Tuesday, December 10, 2024
HomeCountriesBrazilBRAZIL - EXPULSION OF KAYAPO INDIANS

BRAZIL – EXPULSION OF KAYAPO INDIANS

-

Kayapó indians, protesting about the construction of the Belo Monte dam on the Xingu river, have been evicted by the military. The eviction has been caught in powerful pictures.    

 

Esta foto debe da la vuelta en el mundo

por Yolanda Sanchez Sanchez La evacuación de la tribu Kayapó –un pueblo indígena de la región amazónica del Mato Grosso, en Brasil– ordenada por el gobierno brasileño, ha comenzado… La construcción de la represa hidroeléctrica de Belo Monte se libera…, a pesar de las numerosas protestas de grupos ambientalistas y de las más de 600.000 firmas recogidas implorando por su preservación y resguardo. Por lo tanto, la pena de muerte fue decretada para la selva y la gente de la gran curva del río Xingú.    Pena de muerte decretada por gente realmente perversa, por tecnócratas maniáticos pero poderosos y los “inversores” de siempre, ávidos de negocios y ganancias. Unos y otros se amparan en la “legitimidad” y el “derecho” que les brinda un tramposo sistema político economista y pseudodemocrático que decidió por todos los habitantes del Planeta (humanos y no humanos) que la máquina vale más que la vida. Pena de muerte o declaración de guerra a la Biodiversidad y al Planeta Viviente, en la que ya no es posible para nosotros mirar para otro lado o permanecer como meros espectadores pasivos, sino que debemos decidir sin hipocresía en cuál de los dos frentes estamos ubicados. Belo Monte, un total de 400.000 hectáreas de valioso bosque nativo será inundado, un área que es más grande que el Canal de Panamá.    40.000 personas de las comunidades indígenas y locales…, el hábitat de numerosas especies animales y vegetales, serán destruidos para siempre. El hombre tecnomorfo hace todo al revés. Se alucina con los espejitos de colores versión Siglo XXI de la tecnología electrónica y digital pero no conoce el sutil y delicado equilibrio ecológico del Planeta, con su complejo entramado de interrelaciones múltiples, en el que todos los seres vivos dependemos mutuamente unos de otros. El individuo de pensamiento tecnomórfico apuesta a la técnica creyendo neciamente que en la misma hallará bienestar y seguridad mientras que es en el orden natural de la Creación terrestre y en el celoso cuidado de sus Pilares Biológicos donde se encuentra la verdadera y única Arca de Salvación.    En el caso del Xingú el tecnomorfo DESTRUYE una parte importante de la Biosfera con la finalidad de producir electricidad más fácil, más eficaz y rentable, producida principalmente por los inversionistas. Todo para sostener una civilización tecnolátrica. Gente supuestamente no tan perversa o incluso presumiblemente “buena” (pero pasmosamente ingenua y, sobre todo, muy mal informada) generalmente por motivos ideológicos justifican por aquí y allá emprendimientos geocidas como la megaminería con cianuro a cielo abierto y el empleo de energías contaminantes, los desmontes y la industrialización tecnomórfica del campo, etc., sosteniendo argumentos realmente insostenibles. Para muchas de ellas, “No se puede ir contra el «progreso»”, dicen. “Hay que alimentar a las personas”. O bien el trillado: “Es el Norte industrializado y capitalista el que nos empuja a industrializarnos también a nosotros y a seguir el mismo camino que ellos… No podemos quedarnos atrás…”    Pero ese camino, se sabe, lleva hacia el abismo de la fractura gaiana, hacia la MUERTE planetaria, hacia la carbonización de la atmósfera (como la de Venus y Martes, dos planetas muertos con una atmósfera de más del 90 % de dióxido de carbono), así como a un calentamiento global que pondrá a la vida orgánica contra las cuerdas, no hablemos ya de salvar a la “civilización”… Entonces, ¿para qué seguir el camino de las malas personas, de los peores, de los dementes? No se puede llamar “progreso” a la destrucción del mundo. La historia de la tribu kayapó debe ir por el mundo y tal vez provocar una reflexión. Una  reflexión profunda, ponderante, fecunda. Lejos de la marcha despiadada de la sociedad capitalista y tecnocrática –siempre justificándose impunemente a sí misma-, hacia seres humanos auténticos, nobles, responsables… — Consuelo

This article is funded by readers like you

Only with regular support can we maintain our website, publish LAB books and support campaigns for social justice across Latin America. You can help by becoming a LAB Subscriber or a Friend of LAB. Or you can make a one-off donation. Click the link below to learn about the details.

Support LAB

Republishing: You are free to republish this article on your website, but please follow our guidelines.