While babies are born in rescue helicopters the story of the recent disastrous flooding in the Chaco remains unwritten. The press were invited, but they didn’t turn up. For far less than this, we who live on this side of the river have blocked streets and held protests. But the people of the Chaco, ignored and left out of every major national project, know that only they can fight their own battles. Adversity is part of their everyday routine. Usually it is drought which affects them. This time it is floods.
La prensa faltó a la cita. Las inundaciones del Chaco nos presentaron la oportunidad de conocer historias humanas de gente que sabemos que existe y a la que simplemente se ha mostrado. Nadie les preguntó a los que dejaron sus casas con lo que tenían puesto, cómo enfrentan la situación. Hubieramos podido entender el estoicismo y su elevado umbral de sufrimiento.
Por mucho menos a este lado del río cerramos calles y protestamos pero los chaqueños, ignorados y marginados de los grandes proyectos nacionales, saben de antemano que sus batallas las ganan ellos y que la adversidad es parte de los desafíos y la dura rutina que enfrentan. Ahora es el exceso de agua pero, normalmente suele ser la falta de ella.
Hubo nacimiento en helicópteros de rescate y sólo vimos fotos conmovedoras.
Las historias no fueron escritas. La ley del menor esfuerzo aplazó a los cronistas o tal vez a los propios medios que prefirieron recortar presupuestos sin criterio cuando a todas luces, las buenas historias seguirán siendo la razón de ser del periodismo.
Es preocupante que los empresarios mediáticos no tengan conceptos claros al respecto y sin embargo ofrecen de un modo generoso sus espacios a los chismes de modelos y futbolistas buscando el impacto fácil con contenidos de penosa irrelevancia.
Source: Rescatar